3. El desafío: navegar complejidades en México
El proyecto enfrentó tres desafíos principales:
3.1 extremos ambientales
El clima y la geografía de México exigieron un cable de fibra óptica que pudiera resistir la radiación UV, la corrosión y el estrés mecánico. Los cables metálicos tradicionales se consideraron inadecuados debido a su susceptibilidad a los rayos, comunes en las regiones centrales y del sur de México, y su dependencia de las estructuras de soporte externas, que serían costosas de instalar en áreas remotas.
3.2 obstáculos regulatorios y logísticos
Las autoridades aduaneras de México hacen cumplir los rigurosos estándares para equipos de telecomunicaciones importados, que requieren documentación técnica detallada, certificados de cumplimiento y adherencia a las normas de seguridad locales (por ejemplo, estándares Nom [Normas Oficiales mexicanas]). Los retrasos en la autorización aduanera podrían descarrilar los plazos del proyecto, lo que afectó la capacidad del operador para cumplir con sus objetivos de conectividad. Además, el transporte de equipos a sitios remotos, muchos de los cuales son accesibles solo a través de carreteras sin pavimentar, desafíos logísticos poseionales.
3.3 Rendimiento y escalabilidad
El operador necesitaba una solución de cable que pudiera soportar un alto ancho de banda (hasta 100 Gbps) para acomodar futuras expansión de 5 g y manejar transmisiones de larga distancia sin pérdida de señal. La solución también tuvo que integrarse perfectamente con la infraestructura existente, incluidos los cables de fibra óptica de tubo suelto y los conectores de precisión, para garantizar la integridad de la red.